Un tratado de paz firmado en 1278 entre el Conde de Foix y el Obispo de la Seu d’Urgell es el origen del peculiar sistema institucional del Principado de Andorra. Desde entonces, más de 700 años de paz y neutralidad han marcado la historia de este pequeño país de los Pirineos que en 1993 aprobó su Constitución y entró a formar parte de Naciones Unidas y del Consejo de Europa.
Aunque sea un país de 468 km2 y poco menos de 70.000 habitantes, en Andorra conviven más de 45 nacionalidades, que configuran una sociedad multicultural y abierta y, al mismo tiempo, orgullosa de su identidad, de su historia y de sus rasgos diferenciadores.
RAZONES PARA INVERTIR EN ANDORRA
La continuidad institucional de más de siete siglos ha dado a Andorra unos niveles de estabilidad política y seguridad jurídica que son claves para la consolidación de un marco legal que favorece los negocios.
La situación geográfica de Andorra, en el corazón de la Unión Europea, y un progresivo acceso al Mercado Común convierten al país en un lugar propicio para el desarrollo de actividades empresariales de alto valor añadido. En los últimos años Andorra ha abierto su economía a la inversión extranjera y sigue trabajando para homologar su modelo con el resto de países, potenciando sus ventajas competitivas.